El show comenzó y la orquesta empezó a destilar las notas de algunos tangos. Muerte al sonidista, por favor, nadie decía.
Tocaron uno y dos, dos y tres, varias parejas desoladas por el reuma acechante, bailaron un 2 x 4 ya trillado.
Nadie se preguntó por él. Nadie siquiera lo recordó. Nadie. Absolutamente.
Era el bandoneonista titular. Mintió cuando dijo que tenia un dedo quebrado para no quedar barado en esa fuga y misterio. Brecito.
No apareció ni a pispear.
Y nadie lo recordó.
Cuando el dedo se le cumplió y tuvieron que operarlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
hola lu!!!!! aca estoy de nuevo leyendote!!!!!!!espero que no estemos tn alejadas este año! estaria bueno que nos conozcamos lgun dia y charlemos de todooodo!!un abrazo
Me gusta mucho tu blog!!!!
Te invito al mio, soy Oscar de Bs As
un abrazo
Te llego mi e-mail,??, yo te habia hecho una pregunta respecto a Los Soria.
Un abrazo
oscar
Oscar, noooo!! No recibí ningun mensaje tuyo! fijate que en mi perfil esta mi direccion de correo. Escribime y preguntame lo que quieras saber de Los Sorias. Un beso
lu
Aprendí a amar este blog, y lo extraño con fuerza.
Buenas nochessssss Lu!!!!!
Llegué! Mis disculpas por no pasar antes! Todavía no termino de desempacar y organizarme con el blog!
Estamos en sintonía musical con los posts!
Te dejo un enormísimo Abrazote Guapa!!!
Ingenioso y bueno este escrito. Un placer leerte.
Publicar un comentario